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Kora Hell

“Me pregunto qué digo cuando guardo silencio”

Actualizado: 4 jul 2021


Por Kora Hell.


Gonzalo Henríquez Petinelli

Repite conmigo

Pez espiral –Colección Mantarraya- 2020. 62 pp


La editorial Pez Espiral, desde sus inicios el año 2013, apuesta por un cuidado trabajo de diseño en su catálogo lo que la ha situado en el circuito de las editoriales independientes con un sello único en cuanto a la facturación de sus libros. Por lo anterior, no parece casual que Repite conmigo (2020) se una a Pez Espiral - Colección Mantarraya bajo diseño de Daniel Madrid. La presentación está cargo de Marcela Parra quien señala que el libro de Henríquez “cuenta con un traspaso de códigos como puntapié inicial” (2020: 7) en tanto que poesía y música se imbrican en una visualidad que abre posibilidades de lectura y significado para un lector inquieto que reconocerá el dinamismo de la poesía experimental.

Gonzalo Henríquez (Concepción, 1971) poeta y músico es también, conocido por su proyecto González y los Asistentes activo desde 1997, su colaboración con el poeta Raúl Zurita (2011) y su participación en el proyecto Orquesta de Poetas (2020). El recorrido poético de Henríquez se remonta a los talleres de poesía de la Universidad de Concepción en los noventa e influencias de la poesía beatnik norteamericana y que continuó su desarrollo visual en Frames Structure (1996) de Susan Howe y sus colaboraciones con David Grubbs o el boletín literario L˭A˭N˭G˭U˭A˭J˭E que acogió las propuestas teóricas y poéticas de artistas e intelectuales entorno a las interacciones poesía, música e imagen entre los años 1978 y 1991; la recopilación de los textos estuvo a cargo de Charles Bernstein y Bruce Andrews en 2008, 2011 y 2019. Como sabemos, la poesía en su origen es mágica y musical y el mismo Henríquez ha declarado que la poesía lo llevó a la música. Marcela Parra constató en el prólogo del libro que el código poético tiene un soporte musical al que los lectores/ oyentes pueden acceder con sólo un click en plataformas digitales como Youtube o Spotify. Sin embargo, la lectura por sí misma ya es una experiencia estética per se puesto que Henríquez recrea la lírica en la visualidad. Sobre esto, podemos remitirnos al “concretismo” literario brasileño que a partir de la década de 1950 fue impulsado por Augusto y Haroldo de Campos y el editor Decio Pignatari, dando origen al juego de la distribución “y la forma de escritura en la página en blanco” (1983: 236). Como sabemos, es una tradición que se remonta a siglos hasta llegar a Mallarmé y otros autores. Raúl Bueno Chávez (1983) afirma que la originalidad del concretismo brasileño radica “en una búsqueda de formas visuales a partir de la forma de la palabra impresa” (p. 237). El concretismo dinamiza los elementos gráficos y fonéticos de la lengua para generar efectos estético visuales y de significación. De este modo el concretismo trata de la “capacidad de la materia de la escritura para producir su sentido” (p. 240). La poética de Gonzalo Henríquez se relaciona también con la tradición chilena: Huidobro, Jorge Cáceres, Nicanor Parra, Ludwig Zeller, Juan Luis Martínez, Gonzalo Millán, Claudio Bertoni, Cecilia Vicuña, quien colaboró con la poeta beat Anne Waldman en el disco Extinction Aria (2017), Rodrigo Lira, el trabajo de Marcela Parra o si miramos más allá de los Andes, Luis Alberto Spinetta y su Guitarra negra (1978) o Pedro Aznar y la musicalización de la poesía de Jorge Luis Borges en Caja de música (2000) son algunos exponentes de las traslaciones entre poesía, visualidad y música (Cfr. Gabriel Meza en Logos, 2018). En Concepción asimismo, surgió un grupo de poetas que enarbolaron imagen y texto en relación a las “tecnologías de visión” (Figueroa, 2019) de la época –década de 1980- generando cruces entre cultura pop, televisión y cine.

REPITE CONMIGO remite al disco homónimo de González y los Asistentes (2011) y varios de los textos fueron musicalizados por la banda en trabajos discográficos como Cerrado con llave, Cecil Hotel, y Desiertos de amor. El libro abre con una fotografía y la transcripción de una nota periodística en donde se le consulta a una mujer sobre un aviso de bomba. Por el logo televisivo en el micrófono del periodista, podemos corroborar que refiere a los casos ocurridos a partir de 2006. La mujer declara “-Nooo, no soy material de los weones yo”. Aludiendo, en vivo, al papel de los medios de comunicación en el manejo y presentación de casos que conmueven a la opinión pública, cabe señalar que los atentados estuvieron relacionados, al parecer, con grupos anarquistas y ecoanarquistas, quienes perpetraron acciones radicales que intentaron, ante todo, demostrar la fragilidad del capitalismo y los poderes estatales. En 2010 se formaliza a catorce personas y luego la Corte Suprema los absuelve. Ocurrieron otros casos en 2014, 2017, 2018 y 2019 con diversos resultados. No parece casual que Henríquez realice un guiño a esta problemática, pues, Repite conmigo es también un libro tremendamente político en su cuestionamiento de los poderes hegemónicos, legales y lingüísticos. Como propuso Debord «el espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se ha convertido en imagen (2015: 50). En otro poema “Estupidez”, Henríquez cuestiona el espectáculo del fútbol que conlleva comportamientos, a veces irracionales, por parte de los fanáticos: “ni gritaré un gol estúpido que me lleve a las lágrimas para celebrar un triunfo triste y falso” (2020: 21) negando el nacionalismo que despierta el espectáculo del balón pie.

Repite conmigo gira en torno a la idea del simulacro lingüístico que blinda las ideas en torno al poder. En este sentido, el desarme del mensaje corrosivo como apuntó Marcela Parra, es parte del desmontaje semántico en el que se inscribe el poemario. A partir de esa perspectiva los códigos visuales insertos generan bloques que operan como posibilidades de interpretación en base a la poetización de acciones humanas y sus posibilidades lingüísticas en campos como el amor, la ciudad, las leyes, y el espectáculo, como leemos en “Grandes estragos”: “Producir temor justificado de ser víctima,/ mediante artificios incendiarios, mediante armas de gran poder productivo” (2020: 13). Este poema, sin puntación, manifiesta la sistematización de los simulacros avivados por la prensa en alianza con poderes que operan tras la oficialidad gubernamental. El rasgo apelativo del poemario invita al lector, desde el título del mismo y la lectura especular (con ayuda de un espejo) del poema “Éteres” o en “Transpoiting” en donde el poeta traza una ruta de tiempo y espacio en el desplazamiento citadino (muy pequeña en relación al tiempo/espacio de otros lugares de Santiago de Chile) al que agrega un número telefónico y un correo electrónico. Esta apelación se contrapone a otros poemas en donde el amor recibe otro tratamiento como en “Ella y Él” donde se presenta como el consumo de cuerpos porque “el otro es sexualizado como sujeto excitante” (Han, 2017: 23). En “Centinela” la búsqueda del otro implica una esperanza revolucionaria en la sociedad de la imagen y el espectáculo, una pregunta afirmativa: «no han visto ustedes al amor de mi vida» (2020: 38) interpela de nuevo al lecto. Hacia el final del libro el autor decanta su escritura en la exploración de la simultaneidad vital en “El mundo al instante”, “Bing- Bang”, en este poema también hay una interpelación al lector «[Texto a llenar. Sin reglas]» p. 52) y cierra con “Como si nada”. Los últimos textos poetizan visualmente la contingencia del Sars- Cov 2, “Lineamientoséticos”, recoge la terminología y categorías relativas a la enfermedad, repetidas ad infinitum en los medios de comunicación: “lineamientos éticos/ exponencial/ explosivo/ ventiladores/ ventilación mecánica/ entubado/ paciente crítico” (2020: s/p.). En Caosmosis, Felix Guattari propone un nuevo paradigma estético en donde ocurren “implicaciones ético-políticas, porque quien dice creación dice responsabilidad con la instancia creadora respecto a lo creado, inflexión de lo existente, bifurcación más allá de los esquemas pre-establecidos, consideración, también aquí, del destino de la alteridad en sus modalidades extremas” (1996: 194). Repite conmigo poetiza una respuesta ante el caos y el desastre, en el sentido de la disgregación en todas direcciones, de cuestiones sociales imbricadas en la experiencia humana frente al espectáculo y la mediatización de la catástrofe.

Selección de textos.

BIG BANG

¿Qué había antes de la gran explosión entonces?


Caos, una hoja en blanco, un cuarto oscuro, ruido rosa, un reloj detenido, un escenario sideral estático, cero absoluto, una temperatura infinita. ¿Qué había? Un suspenso primordial, una puerta cerrada, una pirámide, una combinación de circunstancias extrañas, , una intersección, lo no nacido, un punto de tamaño nulo, un conjunto de deidades una esfera de radio cero, un torbellino inicial, la soledad total, el silencio total, la antipartícula, Europa la fenicia, una caja fuerte, un poroto en un algodón, , una ventana abierta, una llave, la serpiente emplumada, una semilla, una nube primigenia, , un vacío sólido, madre selvas y siempre vivas, , hielo, antigente, una náusea, ni tiempo ni espacio, , un grito primario, un óvulo, , el inconsciente colectivo, el wenu mapu, lo que no se ve de un iceberg, una mente maestra, la cruz de mayo, un kultrún,

, una trutruca, los ovnis, el reino muerto, , una bisectriz, dos líneas paralelas, una llave maestra, la Venus y la araucaria, los estatutos del tiempo, , una cáscara de nuez, una pupila de águila, , un río de tigres, una cordillera nevada, un cometa sin manto, una cabeza de alfiler, un valle, ,un desierto, la poderosa muerte, , un sistema de tubos, una estrella opaca, un cine rotativo, una puerta con llave, , oscuridad, silencio, inmovilidad, vacío, los cuatro vientos, los 7 mares, , , , , , , ,

[Texto a llenar. Sin reglas.]


BIG BANG

HÁGALO USTED MISMO


¿Qué había antes de la gran explosión entonces?

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